Uno de los movimientos por parte de NETFLIX para atraer a sus filas a grandes nombres del panorama cinematografíco es la de extender cheques en blanco para que levanten sus proyectos personales. Ese fue el caso de, por ejemplo, Scorsese con “The Irishman” o Fincher con “Mank”, por citar solo dos producciones de la plataforma con más que notables resultados. Luego están los blockbusters más orientados a reventar datos (¿veraces?) de audiencia, como la reivindicable “Extraction”, la reciente «The Gray Man», “Red Notice” o “The Adam Project”, éstas últimas con Ryan Reynolds, quien también protagonizó el juguete visual de Michael Bay para el que la N roja dio carta blanca.
La historia sobre la que Bay levantó la cinta es sencillo. Un grupo de personas con diferentes habilidades forma un equipo con el objetivo de poner fin al mal que asola el mundo por parte de gente con malas intenciones. Su primer objetivo (sobre el que gira la cinta) es Rovach, el dictador del país de Medio Oriente, Turjistán. La misión del equipo será sustituirlo por su hermano y reimplantar la democracia.
Si, suena a una de Rambo, solo que aquí el equipo no actúa por medio de ningún interés gubernamental de occidente. Las normas las implanta el mecenas y líder del equipo conocido como Uno, quien logró amasar una gran fortuna creando imanes que luego vendería a grandes empresas. Junto a él elige a una ex-agente de la CIA, un sicario, un ladrón y saltador de parkour, una doctora, un experto conductor y un antiguo marine. Con esto no es difícil distanciarse de otras cintas de equipos estilo “Fast & Furious”, “Mission Impossible” o incluso la Saga Ocean´s (sobre la que lanzan un guiño), en que los protagonistas deben ir sorteando obstáculos en forma de grandes misiones hasta lograr el objetivo.