The Fall, de Tarsem Singh

fall_posterAlexandria es una pequeña niña rumana que está hospitalizada debido a una caída. En el recinto conoce a Roy, un especialista de cine que también ha sufrido una caída y no puede levantarse. Roy promete contar a Alexandria una historia a cambio de que esta le consiga unas pastillas.

Cuatro años de rodaje a través de más de veinte países han llevado al director hindú Tarsem Singh a conseguir llevar a cabo su segunda película tras la interesante “La Celda”. Perteneciente a la generación videoclip, y apadrinado en esta ocasión por otros dos directores de la misma corriente (David Fincher y Spike Jonze), las propuestas visuales de Tarsem son fabulosas cuando se adentra en el terreno de lo fantástico, pero siempre cabe la duda de si estas estarán al servicio de una historia vacía. Afortunadamente este no es el caso.

La película muestra el enfrentamiento entre el bien y el mal representados mediante el optimismo y el pesimismo de los dos protagonistas a la hora de narrar la historia, la cual no es ajena a la realidad sino un reflejo de ella, convirtiéndose en un lienzo en que cada uno exprese su estado emocional. Roy representa el pesimismo, siempre pintando la historia con tintes dramáticos y desesperanzadores afín no solo a su reciente caída que le obliga a estar atado a una cama sino al recuerdo de un amor perdido, lo cual anula sus ganas de vivir. Alexandria por su parte es el optimismo, su inocencia a la hora de ver el mundo que la rodea la hace exigir a su narrador que cambie fragmentos para que las hazañas acaben de manera feliz.
Alexandria se convierte en la salvadora de Roy. Hay una escena en que la niña le da al especialista la eucaristía y este la toma preguntándole si quiere salvar su alma. Pues bien, esa es la base de la historia y la escena crucial para entenderla. La niña consigue que Roy se redima, no sin antes hacerlo sentir culpable al caerse de nuevo por culpa de querer ayudarlo a conseguir sus pastillas. El tramo final de la historia ficticia es un combate entre ambos por elegir el final adecuado, si es pesimista habrá ganado el odio y el sufrimiento de Roy, pero si es optimista supondrá el triunfo de la inocencia y de la inquebrantable fortaleza de Alexandria.
La historia que ambos dibujan, pues aunque al principio sea tan solo Roy el narrador pronto Alexandra tomará parte en el relato inyectando en él su visión positiva de la vida, es la forma que tiene por conocerse a si mismos y transformar la realidad que los rodea. No es un relato existente ni aprendido sino improvisado a medida que se sucedan los hechos en la vida real. En él se nos narra la historia de cinco guerreros que unen sus fuerzas para derrotar al Gobernador Odio, el cual les ha hecho sufrir por diferentes razones. En el relato se dan de la mano temas universales como la amistad, el amor, los celos, el odio, la venganza, todos ellos para crear lo que en apariencia es una historia de aventuras que acaba siendo un relato de liberación.

Tarsem Singh maravilla, en el sentido más estricto de la palabra. No hay momento en que nuestros ojos no queden asombrados ante las imágenes que están pasando ante ellos. En el ámbito de la historia ficticia, enmarcada en parajes exóticos y orientales pero sin espacio temporal definido, Singh se decanta por una puesta en escena visualmente hipnótica, donde los colores cobran vida de forma impresionante y las composiciones están creadas para deguste de los sentidos. En este tramo fantástico quizás el director se exceda en deleitarnos con demasiadas imágenes aparatosas visualmente, pero todo es aceptable en un cuento. Por su parte, en el ámbito realista los colores siguen siendo fuertes, pero la puesta en escena es mucho más clásica y relajada, acorde con la relación intimista que se forja entre los dos protagonistas. Entre ambos polos no hay apenas desequilibrio y el resultado es impecable.

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Como referencias podríamos citar varias películas, aunque la que a mi me parece más clara sería “Las Aventuras del Barón Munchausen” de Gilliam. En ambas se crea una historia a través de los ojos de un caballero y una niña, además en las dos la historia ficticia contiene cinco valientes guerreros con habilidades especiales y ambos directores se decantan por un surrealismo mágico en sus imágenes fantásticas.
Como colofón a la experiencia, el director corona la película con un sentido homenaje al cine mudo. No hay mejor forma de acabar esta película que con esa sucesión de escenas slapstick pertenecientes al principio del séptimo arte. Y es que además “The Fall” es un sentido homenaje a las películas clásicas mudas, en donde la cámara se quedaba quieta mostrando la acción, aunque Tarsem haga piruetas visuales alguna que otra vez. Cabe aplaudir además el poco uso de efectos especiales por ordenador, de hecho casi diría que no existen. Todo lo que aparece en pantalla resulta tangible y las explosiones son de verdad. Esto no hace más que sumar otro punto a favor.

El reparto esta sustentado por los dos protagonistas. Catinca Untaru es Alexandria, la niña rumana que ansía escuchar un cuento para que su estancia en el hospital sea mas corta. Untaru está perfecta, nunca deja de perder la inocencia y ternura que la caracterizan y consigue que simpaticemos con ella desde el primer instante. Lee Pace es Roy, el narrador del cuento. Pace consigue crear de forma convincente al hombre torturado que ve en la niña una posibilidad para conseguir lo que quiere aprovechándose de ella. Además da vida al guerrero enmascarado, protagonista del relato fantástico. Entre ambos existe una quimica palpable e imprescindible para que la pelicula funcione. El elenco de secundarios está acorde a las circunstancias y componen personajes dobles en su mayoría, pues todo lo que tiene cabida en el cuento parte de la realidad.
La película ha llegado con dos años de retraso a nuestras pantallas a pesar de la excelente acogida que ha tenido en los distintos países, ganando el premio a la Mejor Película en el pasado Festival de Sitges y el Oso de Cristal como Mención Especial en el Festival de Berlin.
“The Fall”es una historia de amistad, de redención, creada para maravillarnos y hacernos comprobar que el cine puede seguir ofreciéndonos magia. Fantástica.

Lo Mejor: Su impecable calidad técnica al servicio de una historia. Catinca Untaru y Lee Pace.

Lo Peor: Algún exceso visual caprichoso.

4 comentarios en “The Fall, de Tarsem Singh

  1. Pingback: Untaru está perfecta « El sueño de Alexandria

  2. A mi me ha encandilado también, pero la películla es tan brillante que el guión creo que no acaba de cuajar, hay ciertos momentos que te desenganchas, y no se a ciencia cierta el motivo pero a mi me pasó, pero fue breve. LE falta algo para ser una obra maestra.

  3. Tienes razón Alfie. Si se estudia detenidamente descubrimos que tiene algún que otro agujero de guión, pero con esa imaginación visual está y el cariño con el que está hecha se le perdonan los defectos. Quizás en posteriores visionados pierda, pero la primera impresión es muy positiva.

    Saludos.

  4. De acuerdo con ambos, y excelente reseña. Es tan maravilloso lo que vemos, que lo que cuenta sabe a poco e incluso estamos deseando que el actor siga su narración. Puede que ese sea el propósito del director…

    ¡1 saludo!

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