Dune: Parte II (Dune: Part II), de Denis Villeneuve

Tres años después, y tras un retraso de unos meses sufrido a causa de la Huelga de Actores y Guionistas (que de no haberse causado bien podría haberla convertido en firme contrincante de los recientes Premios Oscars), la historia de Paul Atreides en el planeta Arrakis continúa en la gran pantalla mediante un despliegue audiovisual apabullante. Resulta curioso que ésta segunda entrega no se rodase a la vez que la primera, en consonancia con otras obras anteriores (“El Señor de los Anillos”), sino que aguardasen a ver cómo reaccionaba el público ante la nueva aproximación al mundo de Frank Herbert. El resultado no sólo fue satisfactoria a nivel económico (400 millones de dólares en una etapa post pandémica que aún no lograba despuntar del todo a nivel taquillero) sino también en forma de premios, logrando alzarse con 6 estatuillas. En vista de tales resultados, el director canadiense Denis Villeneuve y su equipo volvieron a embarcarse en una nueva aventura en el mundo desértico.

Aliado con los Fremen, Paul Atreides busca venganza contra los Harkonnen por la muerte de su padre mientras pesa sobre él la profecía que lo señala como el Mesías que liberará al pueblo oprimido e iniciará la Guerra Santa.

Sigue leyendo

El Último Samurái (The Last Samurai), de Edward Zwick

El cine épico histórico o de batallas volvió a alcanzar gran popularidad en Hollywood a mitad de los 90 y principio de los 2000 con títulos como “Braveheart”, “Gladiator”, “Troya”, la Saga de “El Señor de los Anillos”, “Alejandro Magno” o “300”, la cual bien podría marcar el ocaso de dicha fama. Entre ellas, ocupa un lugar de relevancia la producción que levantase Tom Cruise sobre los últimos días de los samuráis.
Para diseñar la historia del film se tomaron como referencia a los personajes de Takamori Saigo, líder de la Rebelión Satsuma que pondría fin a la participación de los samuráis tanto en la vida política como militar de Japón, y a Frederick Townsed Ward, mercenario norteamericano encargado de adiestrar y modernizar al ejercito japonés a mediados del S. XIX. El precursor del proyecto fue Vincent Ward, quien tanteó a Francis Ford Coppola o Peter Weir para que se encargasen de dirigirlo. Ante la negativa de los mismos fue el director Edward Zwick quien acabaría interesándose y encargándose del proyecto. El tratamiento de la historia fue labor de John Logan, quien ya había demostrado notorias dotes para crear una historia épica ambientada en periodos históricos en el oscarizado peplum de Ridley Scott. El último empujón para hacer avanzar al proyecto lo dio su estrella protagonista, Tom Cruise, quien eligió ésta por encima de “Cold Mountain” al sentirse más atraído por la cultura japonesa. El rodaje se desarrolló en gran parte en Nueva Zelanda en una época en que el país ofrecía ventajosas posibilidades económicas para atraer los rodajes (buena muestra de ello es la Trilogía de Peter Jackson). También se eligió el país por las similitudes entre el monte Taranaki con el Monte Fuji y por los verdes paisajes que ofrecía la región.
El reparto se completó con interpretes japoneses, y para realizarla, tanto Zwick como Cruise se preocuparon en trasladar fielmente la cultura japonesa, documentándose mediante la lectura de obras como visionando películas de autores japoneses, con Kurosawa a la cabeza.

Nathan Algren es un capitán del ejercito norteamericano que luchó junto al General Custer en la batalla de Gettysburg y participó en las matanzas contra el pueblo indio. Su fama en dichas contiendas le hace ser elegido por un importante empresario japonés para que modernice al ejercito de Japón y ponga fin a la rebelión de los samuráis liderada por Katsumoto que impiden el desarrollo del progreso en el País. Tras una batalla, Algren cae prisionero de Katsumoto, con quien mantendrá conversaciones y aprenderá un estilo de vida que lo hará ver el conflicto desde otra perspectiva.

Sigue leyendo

Guardianes de la Galaxia Vol. 3 (Guardians of the Galaxy Vol. 3), de James Gunn

No están siendo buenos tiempos para MARVEL. Al menos para los que creemos que después de “Vengadores: Endgame” no han hecho más que ofrecer productos alimenticios que no sabían cómo cohesionarse hasta llegar a una meta común más allá de estar llenos de guiños y referencias nostálgicas para satisfacer al personal (“Spider-Man: No Way Home”, “Doctor Strange: El Multiverso de la Locura”). Los films encargados de presentar nuevos personajes han resultado insatisfactorios o faltos de garra, mientras que los que cerraban o ampliaban el círculo argumental de los ya conocidos se sentían insuficientes para el tamaño de sus protagonistas (“Viuda Negra”; “Thor: Love and Thunder”), a la vez que el desarrollo de la Fase ya conocida como “La Saga del Multiverso” se ha producido más en televisión («Loki») que en cine (el desastre que me supuso «Ant-Man: Quantumania»). En este panorama que parece presagiar un fin de ciclo con que explotará la burbuja superheroica en la que llevamos más de una década llega la tercera entrega del equipo B de la Casa de las Ideas. Y, de nuevo, con James Gunn a los mandos en la que es su despedida tanto de la franquicia como de MARVEL para comenzar su camino al frente de la Distiguida Competencia.

El equipo de Peter Quill, Drax, Rocket, Groot, Nebula y Mantis están establecidos en Sapiencial cuando una figura dorada irrumpe en su tranquilidad dejando malherido al mapache. Sin tiempo que perder, los Guardianes se ponen en marcha por salvarlo coantando con la inesperada ayuda de una vieja aliada.

Sigue leyendo

Indiana Jones y el Dial del Destino (Indiana Jones and the Dial of Destiny), de James Mangold

Con la adquisición en 2012 por parte de Disney de la empresa de George Lucas, Lucasfilm, no tardaron en anunciarse proyectos que resucitaran antiguas franquicias que lograsen tanto atraer a un nuevo público como contentar al espectador de siempre. Así, se dio luz verde a la Trilogía de Star Wars y a la explotación de series bajo su marca, con “The Mandalorian” como principal buque insignia. También el personaje de Willow sufrió una revisitación mediante una serie que no convenció a muchos y que la compañía, en una sorprendente decisión, decidió eliminar del catalogo de Disney + pocos meses después de su estreno (no llegué a verla). Entre los tesoros de la compañía también estaba el aventurero más famoso del Séptimo Arte, Indiana Jones. El retorno del arqueólogo interpretado por Harrison Ford era algo de lo que ya se habló poco después del estreno de su cuarta entrega, pero la mala recepción de la misma hizo que se cancelase. La Disney reactivó el retorno del héroe encontrándose con un pequeño escollo, y eran los derechos que poseían sobre la explotación del personaje la Paramount. Claro que no hay nada que un acuerdo millonario no resuelva y, tras varias reuniones, consiguieron hacerse con ellas. Parecía que, con la salvedad de Lucas, volverían tanto Ford (lógico) como Spielberg (que ideó junto a David Koepp y Lawrence Kasdan algunas ideas que se han reutilizado en el producto final). Sin embargo poco antes de que la COVID-19 sacudiese el mundo, un anuncio hizo tambalear el corazón de miles de aficionados al personaje. En Febrero de 2020 Steven Spielberg se bajaba del barco dejando huérfano a quien ha sido su personaje fetiche. Se mantendría, eso si, como productor ejecutivo junto a Lucas como algo testimonial y para apaciguar las aguas, cediendo el testigo a un nuevo director. El elegido sería James Mangold, quien satisfacía a todo el mundo al haber realizado a lo largo de su carrera títulos como “Copland”, “En la Cuerda Floja”, “Le Mans 66” y, sobre todo, “Logan”, con la que supo realizar un film de superhéroes de tono crepuscular adulto. La nueva aventura de Indy debía haberse estrenado a finales de 2021, pero los continuos retrasos provocados por la pandemia la hicieron retrasarse hasta verano de 2023 con una premiere especial en Cannes.

Sigue leyendo

Robin Hood: Príncipe de los Ladrones (Robin Hood: Prince of Thieves), de Kevin Reynolds

Tras luchar en las Cruzadas junto a Ricardo Corazón de León y liberarse de una prisión de Jerusalem, el noble Robin de Locksley regresa a Inglaterra en compañía de Azeem, a quien también ha liberado. A su regreso descubre un país alejado del que se marchó, con la tiranía del Sheriff de Nottingham rigiendo sobre un pueblo que sufre sus restrictivas leyes y abusivos impuestos. Robin decide alzarse contra Nottingham clamando venganza por la muerte de su padre y el robo de sus tierras.

El mito de Robin Hood comenzó a hacerse popular alrededor del S. XIV, con el relato “Pedro el Labrador”. Como ocurre en muchas ocasiones, la alusión dentro de ese cuento a la figura del justiciero encapuchado, gran arquero y espadachín hicieron que poco a poco se fuesen creando más canciones e historias sobre su figura, logrando convertirlo en alguien que representaba la lucha contra el poder y la tiranía de la clase alta en defensa del pueblo llano. Así, con el paso de los siglos, Robin Hood se acabó convirtiendo en el héroe del pueblo, aquel que roba a los ricos para darlo a los pobres, el que busca la justicia en un mundo injusto. El cine se ha acercado a su figura en incontables ocasiones (se rumorea que hay alrededor de 50 adaptaciones cinematográficas), siendo la dirigida por Michael Curtiz y protagonizada por Errol Flynn y Olivia de Havilland la más icónica y magistral. A principios de los 90, más concretamente en el 91, el arquero de Sherwood asaltó los cines de todo el mundo por partida doble. De la misma manera que sucedería al año siguiente con Colón y el Descubrimiento, se dieron a luz dos producciones que abordaban al mismo personaje pero de manera distinta. Claro que ya de entrada, estaba claro cuál iba a ser la triunfadora. Y es que “Robin Hood: Príncipe de los Ladrones”, además de contar con un mayor presupuesto, tenía como cabeza de cartel a Kevin Costner, recientemente galardonado con los Oscars por “Bailando con Lobos”. La otra producción, “Robin Hood” (subtitulada en España con El Magnífico) pasó sin pena ni gloria al transmitir cierto regusto de Serie B.

Sigue leyendo

Los Tres Mosqueteros: D´Artagnan (Les Trois Mousquetaires: D´Artagnan), de Martin Bourboulon

D´Artagnan, un joven gascón, se dirige a Paris con el objetivo de formar parte de los Mosqueteros del Rey. En su camino tratará de impedir el secuestro de una mujer, descubriendo, inesperadamente, una trama de conspiración contra la Reina que desembocaría en guerra con Inglaterra. Para impedir que ésta se lleve a cabo contará con la ayuda de tres nuevos amigos, los mosqueteros Athos, Porthos y Aramis.

No deja de resultar curioso que la obra de Alejandro Dumas haya sido en la mayoría de los casos exportada audiovisualmente por producciones de idioma británico. “Sacré Bleu”. A saber si el escritor se lo acabaría tomando con la sorna característica de muchos de sus personajes o si por el contrario se enfurecería y le darían ganas de quemar medio Hollywood. Lo cierto es que los grandes relatos son aquellos que traspasan su región de origen y alcanzan a todo el mundo, acabando por pertenecer más al público que al cerebro que los creó, y en el imaginario popular la obra del francés (con “El Conde de Montecristo” y “Los Tres Mosqueteros” como máximos exponentes) viven en la mente de muchas personas mediante los rostros de Richard Chamberlain, Michael York, Lana Turner, Gene Kelly, Oliver Reed, Raquel Welch, Gerard Depardieu, Van Heflin, Rebecca de Mornay, Kiefer Sutherland, Matthew McFayden….
La historia del joven que anhela ser mosquetero y entabla amistad con tres grandes espadachines, además de vividores, mientras planta cara a las fuerzas del Cardenal Richelieu es una de las más conocidas del imaginario popular y todo un clásico de la novela de capa y espada (el más famoso casi se podría asegurar). El escritor, con la ayuda de su “ayudante” Auguste Maquet (quien según estudios fue quién encontró el manuscrito “Memorias de d´Artagnan”), creó una novela folletinesca de la misma manera que se siguen creando hoy las historias y las películas, adaptando los hechos a su conveniencia. Por ejemplo, Richelieu pasó de ser un brillante estratega y hombre de política a un villano que buscaba hacer la vida imposible a los protagonistas que se entrometían en sus planes por alcanzar el poder. La novela, que conocería dos secuelas (“Veinte años después” y “El Vizconde de Bragelone”, que pasaría a conocerse también como “El Hombre de la Máscara de Hierro” en producciones cinematográficas), ensalza el valor de la amistad mediante unos personajes alegres, que disfrutan tanto de beber como de luchar, y que tienen un firme código de honor para con los suyos. Por supuesto, el amor será fundamental, siendo los personajes de Constance Bonacieux y, especialmente, Milady de Winter quienes piloten alrededor de los protagonistas y hagan avanzar la acción.
El cine, desde casi su nacimiento, se ha fijado en la obra de Dumas para crear cintas de aventuras en donde se diese rienda suelta a las acrobacias de los actores que daban vida a D´Artagnan. Así, los dos máximos representantes del gascón los podemos encontrar en el espadachín y seductor del cine mudo Douglas Fairbanks y en el encantador bailarín Gene Kelly. Es la cinta que protagonizase el segundo, dirigida por George Sidney, la que mejor ha sabido mantener el espíritu de la novela y ha servido de base para la gran mayoría de adaptaciones posteriores, con la aventura de los diamantes de la Reina y la posterior venganza de Milady como hilos narrativos. Décadas después, Richard Lester adaptaría fielmente las obras de Dumas (primero con un díptico y, casi veinte años después, con la secuela de la novela), pero con un problema para mi gusto, y es que, como era habitual en el director, explotaba demasiado la comedia llegando a lograr unos films que rozaban la parodia. En los 90, los mosqueteros poseerían tanto un cariz juvenil en la (apreciada por mi) versión Disney a la vez que maduro en la adaptación de “El Hombre de la Máscara de Hierro” que protagonizase Leonardo DiCaprio. Ya entrados en el S. XXI encontramos productos que me parecen ridículos, con “El Mosquetero” de Peter Hyams o la locura pirotécnica en 3D de P. W. Anderson como principales adaptaciones, sin contar con la decepcionante serie de la BBC. Lo más llamativo es que, como he empezado, los mosqueteros franceses hablasen casi siempre idioma anglosajón en el sétimo arte. Los franceses han estado muy callados para con su compatriota Dumas, aunque no hay que olvidar que en 1961 se hizo un díptico de manos de Bernard Borderie que hizo honor al escritor y su obra y que ahora, 60 años después, tiene eco en el trabajo de su compatriota Martin Bourboulon.

Sigue leyendo

Avatar: El Sentido del Agua (Avatar: The Way of Water), de James Cameron

En las Navidades de 2009, y tras 12 años de ausencia, James Cameron regresó a las grandes pantallas con otro de sus grandes proyectos que prometían cambiar el cine. Y lo hizo, de forma temporal. “Avatar” se convirtió en la cinta más taquillera de la historia poniendo de moda, de paso, el 3D como reclamo para atraer al público a las salas (incluso directores de renombre como Wim Wenders se atrevieron a usarlo para realizar trabajos). Claro que no acabó por convertirse en ese instrumento básico para que las cintas se quedasen impregnadas en las retinas com parecía prometer Cameron. Si, lograba sorprender, pero en la mayoría de los casos no pasaba de funcionar como una atracción visual demostrando, de nuevo, que si no hay una buena historia y unos personajes bien perfilados la experiencia quedaba como algo anecdótico pero no memorable (en mi opinión la película que mejor trató a nivel narrativo el sistema fue “Hugo” de Scorsese). De hecho, el tan promocionado y explotado sistema (se convirtieron cintas que no se rodaron en él para hacer más caja) fue pasando a segundo término para promocionar las películas.
Dejando el sistema tridimensional a parte, “Avatar” resultó una entretenida película de aventuras que bebía de otras historias anteriormente vistas (en especial “Pocahontas”) y poseía un marcado tono accesible para toda la familia del que Cameron pocas veces había hecho gala anteriormente (“Titanic” a parte). Lo que no se le podía negar esa la espectacularidad y la buena mano del director, auténtico artesano a la hora de crear secuencias de acción. Eso, sumado al reconocimiento tanto crítico (recibió premios a Mejor Película) como especialmente comercial, dieron carta blanca al director para seguir explotando el mundo de Pandora. Y no lo haría con una única secuela, sino que pretende rodar hasta cinco entregas (la tercera se comenta que se ha rodado simultáneamente a la presente). Esa ambición ya se verá si llega a buen puerto. De momento, y 13 años después de conocer a los Na´vi, Cameron estrena la segunda aventura de Jake Sully en compañía de Neytiri y familia.

Sigue leyendo

Series: Andor

Sin duda alguna, una de las mayores sorpresas televisivas del 2022 que está a punto de marcharse será la serie ambientada en el Universo Star Wars protagonizada por Diego Luna. Y digo sorpresa porque, entre todos los proyectos presentados para expandir el Universo creado por George Lucas, el spin-off de la fabulosa “Rogue One” era el que menos emoción me causaba a pesar de centrarse en el mejor personaje de la cinta, sucediendo con ella lo contrario que con el otro gran producto de la franquicia que sí generó grandes expectativas y resultó por ser decepcionante (“Obi-Wan Kenobi”).

Sigue leyendo

1492: La Conquista del Paraíso (1492: Conquest of Paradise), de Ridley Scott

En 1992 España se convirtió en el enclave de dos eventos internacionales. La Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona demostrarían que el país podía hacerse cargo de grandes eventos y jugar en la primera división mundial. También se inauguraría la primera línea de alta velocidad que conectaba Madrid con Sevilla. Para coronar dicho año también se celebró el V Centenario del Descubrimiento de América. Y, a parte de las obligadas exposiciones sobre el mismo, se intentó crear una película que lo celebrase. Claro que, en lugar de uno, se realizaron dos proyectos. Por un lado, los Salkind levantaron “Cristobal Colón: El descubrimiento” (la cual no he visto ni tengo pensado), cuya mayor fama se debe a contar en su reparto con Marlon Brando como Torquemada (en la que se dice es la peor interpretación del astro). Por otro, Ridley Scott (quien casi se pone al mando del proyecto de los Salkind) realizó la coproducción Britanico-francesa-española “1492: La Conquista del Paraíso”. Ninguno de los dos proyectos alcanzó la gloria que ansiaban pero si uno de los dos merece algo de recuerdo, es el de Scott.

Sigue leyendo

Thor: Love and Thunder, de Taika Waititi

Poco podíamos imaginar que de todos los Vengadores que se iniciaron bajo el amparo del conocido MCU fuese el Dios del Trueno presentado por Kenneth Branagh el que alcanzaría la cifra de cuatro películas individuales. Y es que el Hijo de Odin no consiguió el respaldo del público con la misma intensidad con la que sí lo hicieron el Capi o Iron Man, quedando relegado a superhéroe segundón junto con el otro musculoso del equipo, Hulk. No se equivocaron cuando decidieron juntar a los dos en la que fue la tercera entrega del personaje mitológico que adaptasen para el comic Jack Kirby, Stan Lee y Larry Lieber, “Thor: Ragnarok”. La cinta se acabaría convirtiendo en la más exitosa de las protagonizadas en “solitario” por el personaje, y es que la llegada del neozelandés Taika Waititi aportó un toque de comedia bufonesca y surrealista (en parte heredada del James Gunn de “Guardianes de la Galaxia”) que le sentó muy bien a Thor para humanizarlo aún más. Se pasaba así del típico héroe serio (e ingenuo) con ínfulas épicas a un simpático gigante bonachón con gran corazón que caló en el gran público. Su extensión de compañero cómico en la última entrega de Los Vengadores (con sus pintas al estilo Nota) no hicieron más que subrayar el acierto que tuvo Waititi, quien fue confirmado como director y guionista de la cuarta entrega del personaje, en la cual se traería de vuelta al personaje de Jane Foster interpretado por Natalie Portman.

Tras compartir aventuras con los Guardianes de la Galaxia, Thor regresa a la Tierra para hacer frente a Gorr, quien quiere eliminar a todos los Dioses. Para ello contará con Valkiria y la inesperada ayuda de una nueva Thor, su exnovia Jane Foster.

Sigue leyendo