Sin duda alguna, una de las mayores sorpresas televisivas del 2022 que está a punto de marcharse será la serie ambientada en el Universo Star Wars protagonizada por Diego Luna. Y digo sorpresa porque, entre todos los proyectos presentados para expandir el Universo creado por George Lucas, el spin-off de la fabulosa “Rogue One” era el que menos emoción me causaba a pesar de centrarse en el mejor personaje de la cinta, sucediendo con ella lo contrario que con el otro gran producto de la franquicia que sí generó grandes expectativas y resultó por ser decepcionante (“Obi-Wan Kenobi”).
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En 1997 George Lucas anunció una nueva Trilogía de su Saga Galáctica. A tod@ amante del cine se le iluminó el rostro, creando unas expectativas que se iban alimentando hasta el estreno del primer episodio de esa nueva Trilogía dos años después. ¿La sensación aquel Mayo de 1999 tras estrenarse “La Amenaza Fantasma”? Ya se sabe. “George Lucas se ha vendido al merchandising y sólo le interesa vender muñecos”. “Una cinta vacía y ahogada por tanto efecto especial que la hace asemejare más a un videojuego”. “Demasiado infantil”. Todo ello sin olvidar las duras críticas sobre la interpretación de quien encarnaba a un pequeño Darth Vader, Jake Lloyd, y, en especial, el odio que despertó el personaje de Jar Jar Binks, cuya supuesta comicidad parecía estar dirigida solamente a los más pequeños de la casa. Si bien las dos siguientes precuelas convencieron más al público (sobre todo “La Venganza de los Sith”), seguían recibiendo críticas adversas que las comparaban con la Trilogía Clásica. Avancemos 16 años, a 2015. Una nueva Trilogía, está vez realizada bajo el amparo de Disney tras habérsela adquirido a Lucas, llega a los cines envuelta, de nuevo, en gran expectación. ¿El resultado? De nuevo, decepción, críticas y ataques que excedían del producto en sí e iban hacia profesionales (bien los saben Kelly Marie Tran o Rian Johnson). Pero, lo mejor de todo, dentro de dichas críticas se alababa (sorpresa) la calidad de las precuelas vilipendiadas más de una década antes (¡¡!!). Esto no es nuevo, ya se sabe que muchas obras se revalorizan con el paso del tiempo, pero en Star Wars dicha máxima parece cumplirse con casi todo producto que aterriza en las pantallas (incluso la magistral “El Imperio Contraataca” recibió también varapalos aunque resulte increíble). Y es que la Saga Galáctica parece que pertenece más a quienes la visualizan que a quienes la realizan, restando importancia al papel de creador. Esto lo sabe bien incluso el padre de todo, quien rebajó considerablemente el rol de Jar Jar en los episodios II y II a la par que intentó no incidir mucho más en la idea científica que se sacó de la chistera sobre los midiclorianos. En Disney también hincaron la rodilla ante el fandom como bien demostró el decepcionante Episodio IX que se alejó de la brillante “Los Últimos Jedi”, y sólo “The Mandalorian” ha conseguido complacer a nivel general.
Uno de los Santos Griales en el Universo Star Wars era dar a luz una serie de acción real. Antes de vender su empresa a Disney, George Lucas lo intentó con una idea que describió como una serie oscura con estilo al género negro de los años 40. Dicha empresa no dio sus frutos y tuvo que esperar a que la Saga estuviese bajo el amparo de Mickey Mouse para que se diese luz verde a la primera gran serie en carne y hueso ambientada en el Universo Warsie.
Una de las apuestas más llamativas de la HBO fue “Vinyl”. Y no es para menos teniendo como precursores a Martin Scorsese y Mick Jagger, junto con Terence Winter como guionista. Era un producto que olía a éxito. Se estrenó en Febrero de 2016 con notables cifras de audiencia que fueron disminuyendo a medida que avanzaba, pero que no impidieron el anuncio de una segunda temporada ya sin Winter en el equipo creativo. Sin embargo, para sorpresa de todos, HBO anunció su cancelación en Junio de 2016.
El nombre de Ryan Murphy se ha hecho muy popular en el mundo de la televisión a día de hoy. El director, productor y guionista adquirió notable fama gracias a la serie musical “Glee” (antes ya había dado que hablar con “Nip/Tuck”), pero han sido sus incursiones en el terreno de las antologías a partir de “American Horror Story” las que lo han catapultado a lo más alto del actual olimpo televisivo. Así lo demuestra la estupenda serie que estrenó el pasado año y que acabó convertida en un fenómeno, arrasando en todos los premios, “American Crime Story”, sobre el episodio de O.J. Simpson. Este año Murphy estrena una nueva antología que sigue el patrón de las dos anteriores narrando la enemistad de conocidas personalidades. La primera entrega no ha podido ser más apetitosa y redonda al narrar la rivalidad que se forjó entre Joan Crawford y Bette Davis a partir del rodaje de “¿Qué fue de Baby Jane?”.
Nueva York. Una noche cualquiera. Nazir Khan es un joven que quiere asistir a una fiesta universitaria. Para ello coge en secreto el taxi de su padre. Cuando se detiene cerca de la acera para ubicarse en la gran ciudad, una joven se sube al vehículo pensando que está de servicio. Cuando la mira se siente embelesado y decide llevarla dónde ella le indica, sin imaginar las consecuencias que conllevará ese encuentro.
“The Newsroom” fue una de las series que más expectación levantó en su estreno en 2012. Significaba el regreso de Aaron Sorkin a la televisión después de triunfar con “La Red Social” en cine y con el prestigioso precedente de “El Ala Oeste de la Casa Blanca” en televisión. Además estaba realizada para la cadena HBO, sinónimo de calidad televisiva, y contaba con un reparto encabezado por Jeff Daniels y Emily Mortimer. Su estreno marcó altos niveles de audiencia que fueron descendiendo a medida que avanzaba, a lo que había que sumar las tibias, o directamente destructivas, críticas que recibió.
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